Holaa~~ bueno aquí traigo la continuación del fic y quería comentar además que he visto que me han comentado en el oneshot de <<Recuerdos>> diciendo que lo continuara pensaba dejarlo así como oneshot pero visto que os ha gustado pues haré una continuación :3 aunque no sé cuando, supongo que no tardaré mucho pero si tardo sed pacientes los que lo leais *////* muchas gracias por comentar que me anima mucho y por leer :3 se os quiere <3
Capítulo 3:
-Bueno
¿dónde te apetece ir?- le pregunté.
-Da
igual, donde sea contigo-me dijo sonriendo.
-Vayamos
al centro comercial y te invito al helado ese que te gusta tanto-
Comenzamos
a andar dirigiéndonos al centro comercial hablando de varias cosas,
cuando noté que Chinen me cogió de la mano, me encantaba su mano
era tan suave aunque ya se notaba como la de un hombre. Aun recuerdo
cuando eramos pequeños que su mano era siempre más pequeña que la
mía.
Seguimos
de camino al centro comercial, cuando llegamos subimos a la última
planta la cual daba a una terraza grande con varias cafeterías y
heladerías. Allí nos dirigimos a la heladería y le compré el
helado que tanto le gustaba, era bastante raro era una mezcla de
fresa y café, nunca quise probar, me gustaba mirarlo mientras comía
feliz su helado.
Nos
acercamos a la barandilla desde donde se veía toda la cuidad. Como
estaba atardeciendo el cielo tenía un color amarillento tirando a
rojizo, me encantaban aquellos colores y esas vistas.
-Yamachan
¿me acompañas a tirar el papel?- me preguntó Chinen sacándome de
mis pensamientos.
Lo
acompañé hasta la papelera, aún íbamos cogidos de la mano pero
por poco tiempo..
-¡YAMADA!-
se oyó una voz de una chica gritando mi nombre. Me giré y vi que
era una chica de mi clase, le solté bruscamente la mano a Chinen
mientras la chica se dirigia hacía nosotros, temía por si nos había
descubierto pero parece ser que no se dio cuenta.
-Hola
Mariko- sonreí algo nervioso.
-Que
suerte encontrarte y también está Chinen- dijo mirándolo mientras
sonreía.
-¡Hola
Mari-chan!-
Mariko
era la subdelegada y como yo era el delegado pasaba mucho tiempo con
ella.
-Oye
Yamada... ¿me podrías ayudar?-
-¿Eh?
Ah sí, ¿con qué?-
-Es
sobre un libro- decía mientras comenzaba a andar, la seguimos junto
con un amigo suyo- es que quiero comprármelo pero no sé cual es
mejor y quiero que me aconsejes, es sobre las universidades-
La
acompañamos y la ayude a elegir, la tarde con Chinen se había ido
ya que estuvimos bastante rato con ella y cuando por fin nos quedamos
solos era la hora de volver a casa. Me sentía bastante mal... sé
que le hacía ilusión porque pocas veces podíamos estar juntos de
esa forma y para que engañar yo también lo deseaba.
El
camino a casa se volvió algo incomodo ya que ninguno de los dos
hablaba, decidí romper aquel incomodo silencio.
-Esto...
Chinen...-
-No
te preocupes Yamachan-me interrumpió- se que te tienes que comportar
de esa forma, no te preocupes- me dijo alzando la vista para mirarme
con una sonrisa. Le devolví la sonrisa pero aún así me seguía
sintiendo mal.
Llegamos
a casa, nos estaba esperando mi madre para cenar. Cenamos rápidamente
y nos subimos a mi habitación. Me bañé yo primero y después se
metió Chinen. Me quedé en la cama leyendo mientras lo esperaba.
Cuando
volvió, entro con una toalla a los hombros, el pelo totalmente
mojada, una camiseta interior e iba en boxer. Sus piernas tan blancas
me ponían para que negarlo, verlo así solo hacía que me entraran
ganas de tirarme para él.
Aparté
un poco la vista porque sino no podría resistir un minuto más. Se
acercó a mi cama secándose un poco el pelo con la toalla, se sentó
en el filo y cogió en mando encendiendo la televisión que había en
la esquina de mi cuarto.
-A
ver si hay alguna película chula-
-Chinen
al final te dormirás-
-Bueno
pero mientras nos lavamos los dientes y nos preparamos pues me pongo
a ver algo-
-Como
quieras-dije riendo un poco.
Fui
al cuarto de baño a por mi cepillo y el suyo y me los lleve junto
con la crema de dientes a la habitación.
Cuando
terminamos apagué la tele y nos metimos los dos en mi cama, notarlo
a mi lado solo hacía que me pusiera nervioso pero no lo cambiaba por
nada del mundo.
Nos
quedamos hablando un rato pero hubo un rato en el cual se quedó
callado por lo que supuse que se había quedado durmiendo. Así me
giré dándole la espalda para intentar dormir pero Chinen se dio la
vuelta pasando sus manos por mi cintura pegándose a mi, comenzó a
darme besos por el cuello levantándome la camiseta para acariciarme
el torso.
--Continuara--