miércoles, 1 de agosto de 2012

Secretos capítulo 4



Capitulo 4:



Aquellos besos y caricias hacían que me excitara pero me tenía que mantener para que mi madre y mi hermana no se enterasen de nada.
Chinen bajo sus manos lentamente por mi torso llegando hasta mi miembro, introdujo las manos dentro de mi ropa interior y empezó a masajearlo con suavidad apretando un poco, mi respiración comenzó a ser más fuerte y solté un pequeño gemido el cual intenté que no se oyera.
Chinen sonrió y pasó por encima mía para ponerse frente a mi y susurrando me dijo 
-¿Te gusta?-
-Que preguntas... claro que me gusta-
Me miró sonriendo para después darme un beso profundizando jugando con mi lengua saboreando cada segundo mientras seguía masajeandome el miembro, aunque yo no iba a ser menos por lo que introduje mi mano también dentro de su ropa interior apretando su miembro masajeandoselo igual que él me hacía a mi, soltó un pequeño gemido el cual ahogo en el beso. Nuestros cuerpos estaban cada vez más calientes. Chinen se separó de mis labios y bajo besándome por todo el torso ,mientras me quitaba la ropa interior, hasta acabar en mi miembro el cual cogió con una de sus manos y se lo introdujo en la boca jugando con su lengua, lo cual hizo que al final me corriera tras un gemido el cual intenté esconder tapándome la boca. Se incorporó mirándome sonriendo mientras se relamía, le tiré del brazo haciendo que cayera encima mía abrazándolo.
-La próxima vez me toca a mi- dije sonriendo a lo que Chinen me contestó con un beso, me puse mi ropa interior y lo abracé de nuevo quedándonos dormidos.
A la mañana siguiente me desperté y tenía a Chinen encima mía lo cual no me molestaba, lo aparté con cuidado para no despertarlo y me incorporé. Me quedé mirándolo mientras bostezaba y me rascaba la cabeza, no tenía nada de ganas de levantarme, me pasaría el día echado junto a él, o eso fue lo que pensé. 
Baje a la cocina a por un vaso de leche y subí aunque Chinen seguía dormido me senté en el filo de la cama a su lado, deje el vaso en el escritorio al lado de la cama y me quedé mirándolo fijamente. Se veía demasiado lindo cuando dormía, pase mi dedo suavemente perfilandole la cara para después acariciar su pelo con lo que conseguí despertarlo.
-Buenos días Yamachan...-dijo con los ojos aún cerrados desperezándose.
-Buenos días, te traje algo de beber por si querías-
Se incorporó y le di el vaso y sin abrir los ojos se puso a beber.
-Gracias, tenía sed-
Le sonreí poniéndole una mano encima de la cabeza como gesto cariñoso. Me senté encima de la cama acomodándome mejor para estar apoyado en la pared. Chinen dejó el vaso encima del escritorio y se acercó a mi poniendo una de sus rodillas entre mi entrepierna y la otra al otro lado de la pierna.
-Yamachan~ quiero repetir lo de anoche...-me susurró al oído para después darme pequeños besos por el cuello alternando con mordiscos suaves.
A pesar de que no me podía resistir a sus besos lo aparté un poco.
-¡Chinen que nos van a pillar!-dije en voz baja para que no nos oyeran.
-Da igual~-dijo empujándome para seguir.
-No lo da y lo sabes..-
Paró y se quedó mirándome fijamente
-Lo sé...-dijo algo apenado con lo que me partió el alma pero no podía hacer nada.
Se vistió y bajamos abajo
-Bueno ya nos vemos Yamachan-dijo mientras se despedía agitando la mano sonriendo.
Todo esto que hacíamos cuando eramos pequeño nosotros lo llamábamos “el juego”, por aquel entonces solo era un juego el cual nos gustaba mucho a los dos pero no significaba lo mismo que ahora.
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-Yamachan... me haces daño, pesas-
-Bueno cambiemos de posición, ponte tú arriba-
Me puse en el suelo y Chinen se puso encima mía, pesaba tan poco que casi no lo notaba. Acerco su pequeño cuerpo al mio y seguimos con nuestros besos. Desde el día de la peli nos gustaba mucho hacer aquello.
-Recuerda respirar por la boca-dije separándome un poco de él.
-Sí, ya aprendí- dijo sonriendo
-Sí, cada vez lo haces mejor y cada vez me gusta más-
Se acercó de nuevo a mi para besarme dulcemente pero en ese momento oímos pasos en el pasillo así que apresurados nos metimos debajo de la cama justo cuando mi madre abrió la puerta.
-¿Ryosuke?-preguntó ella
Yo le tape la boca a Chinen mientras posaba mi dedo indice en la boca.
-Shh... no puedes hacer ruido- dije en voz baja, él solo asintió con la cabeza.
Cuando vimos que ya no había peligro salimos de debajo de la cama.
-Ufff menos mal que no nos ha visto-
-Oye Yamachan...- me dijo Chinen mientras me tiraba suavemente de la camiseta.
-¿Si?-
-¿Esto esta mal?-
-¡No! No digas eso-
-Entonces... ¿por qué nos escondemos?-
-Porque es un juego secreto que solo pueden jugar mayores pero nosotros también-
En aquel instante tuve miedo... miedo de que dejásemos de jugar a eso, eso que tanto nos gustaba a los dos pero por suerte ninguno de los dos queríamos dejarlo por lo que lo mantuvimos en secreto.
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Al día siguiente había clases por lo que me desperté temprano, desayune y me fui corriendo al instituto en cuanto entré ya estaban agobiándome con peticiones pero como siempre las acepté todas.
Chinen no estaba en mi misma clase por lo que el único momento que tenía para verle era la hora del almuerzo. Las clases pasaron bastante rápido y cuando por fin llegó el único momento que podía estar con Chinen, me llamó una profesora.
-Yamada-kun-
-¿Si sensei?-
-¿Podrías ayudarme a buscar un libro en la biblioteca mientras yo llevo estos papeles a dirección?-
-¿Eh?... Claro-dije sonriendo falsamente, la idea no me hacía gracia pero lo tenía que hacer.

--Continuara--
 



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