Al
final terminé durmiendo encima del libro. Al día siguiente me dormí
y llegué tarde a clase, cogí la bicicleta e intenté ir lo más
rápido posible a clase. Al llegar allí vi que Minegishi no había
venido. Me senté en mi pupitre algo extrañado, ya que aunque no
hiciera nada nunca se saltaba ningún día de clase.
Empezaron
las clases, a primera hora teníamos matemáticas, la verdad es que
estaba bastante cansado, cuidar de una persona así me estaba matando
pero todo fuera por mis queridos y adorados estudios.
De
repente entró el director
-Chinen-san,
¿puedes salir un momento?-
-¿Eh?
Ah claro-dije levantándome despacio de mi pupitre mirando al
profesor quien asintió con la cabeza
-Disculpe
Nakakawa sensei-
-No
se preocupe director-
Acompañé
al director hasta su despacho.
-A
ver Chinen-san tengo que hablarte de algo-
-¿Eh?
¿Sí? ¿Qué pasa?-dije algo preocupado ya que no entendía que
podría ocurrir ahora
-Pues,
el caso es que Minegishi está enferma-
-¿Eh?
¿Y eso?-
-Algún
resfriado quizás, nos ha llamado está mañana diciendo que no
vendría y me ha dicho que fueras tú, por lo tanto ya sabes lo que
tienes que hacer-
-¡¿EH?!
¡¿Ir a su casa?!-
Eso
era como meterme en la boca del lobo, a saber como sería su casa,
¡seguro estaría lleno de cadáveres de gente y objetos de tortura!
-Mira
aquí tienes la dirección-dijo dándome un papel con un pequeño
plano donde estaba señalado el punto donde se encontraba la casa- Te
dejo salir ahora, porque me ha dicho que vayas cuanto antes-
-Pero
señor director... tengo clases-
-Tú
no te preocupes por eso- y diciéndome esto me llevo hasta la puerta
del instituto- Que tengas suerte- me sonrió mientras se despedía
con la mano-
Comencé
a andar mirando atentamente el plano, parecía que la casa estaba
lejos, no dejaba de pensar en como sería su casa y me entraba miedo,
¡esta vez estaría encerrado en su territorio y nadie me podría
salvar!. El solo hecho de pensarlo me asustaba cada vez más.
Después
de un largo paseo por fin llegue a la casa. La fachada era muy alta
por lo que no podía ver su casa, la puerta de entrada era de
hierro, en horizontal y bastante grande también, en una de las
esquinas de la puerta alcancé a ver un porterillo.
-Será
aquí- dije pulsando el botón
-¿Sí?-me
contestó una voz de hombre, parecía mayor
-Hola,
perdone, me llamo Chinen Yuri y vengo a ver...-
-Pasa-me
dijo antes de terminar
Sonó
como un pequeño pitido y se comenzó a abrir la puerta para el lado
izquierdo, entré extrañado y me quedé boquiabierto.
-¡¡¡¡¡¿EHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH??!!!!!!!!!-
No tenía palabras, se veía un camino enorme y a lo lejos la casa,
pero no una casa normal.. ¡UNA MANSIÓN!. Todo aquello podía tener
dos hectáreas y para colmo mientras iba avanzando podía ver que un
bosque rodeaba la casa. Era ENORME, no me lo podía creer, no pensé
que su casa iba a ser así. Después de una larga hora por fin
conseguí llegar a la entrada de la casa.
-¡Por
fin!-dije algo cansado. Iba a llamar cuando la puerta se abrió sola
y apareció un hombre mayor.
-Bienvenido
Chinen-san-dijo haciendo una reverencia
-Oh
h-hola-dije haciendo una reverencia también
-Pase-dijo
mientras se apartaba para dejarme camino
-Claro-
pasé al interior de la casa y era aún más grande, no sabría decir
cuantas habitaciones tenía y cada una era como un piso, pero no un
piso de esos pequeños sino uno de los lujosos, podía ser como cinco
veces el mio...
-Tome-me
dijo el mayordomo- Un plano por si decide salir solo de la
habitación.
Comencé
a andar siguiendo al mayordomo mientras ojeaba el plano de la casa,
realmente era enorme, tenía dos plantas y cada planta era como una
mansión sola.
Por
fin llegamos a su habitación.
-Aquí
es señorito-
-A-ah
gracias..-dije mientras seguía asombrado. Abrí la puerta lentamente
temiendo un poco por lo que abría dentro.-M-mineguishi...-dije en un
hilo de voz casi inaudible entrando despacio.
Abrí
la puerta completamente y entré, era enorme la habitación, su cama
era de matrimonio. Estaba todo oscuro debido a que las ventanas
estaban completamente cerradas lo que único que iluminaba la sala
era la luz de la pantalla del ordenador, la cual era enorme, parecía
de cine. Al lado derecho de la habitación estaba llena de
estanterías con muñecos, libros, peluches, figuritas y cosas así y
al final había dos puertas.
Estuve
mirando todo aquello pero Minegishi no estaba por ningún lado. Sin
saber que hacer me senté en el borde de la cama, esperando. Aquello
estaba tan tranquilo aunque pronto se acabaría esa paz que se
respiraba. Se abrió una de las puertas y apareció Minegishi vestida
con un pantalón corto, gris, de chandal y una camiseta del mismo
color de manga corta. Alzó la vista y al verme sonrió con malicia.
-Mira
a quien tenemos aquí-
-H-hola...-dije
sonriendo falsamente, en realidad seguía temiendo por mi vida.
Se
sentó en la silla frente a su ordenador y se puso a mirar algunas
páginas.
-¿Tienes
sed?-me dijo si apartar la vista de la pantalla.
-Sí...
la verdad es que sí-
-Presiona
esos dos botones-dijo señalándome dos botones que había en la
pared.
Me
acerqué sin saber y los presioné, a los pocos segundo entraron dos
mayordomos a la habitación.
-¿Que
desea señorita?-dijeron los dos a la vez
-Pues
un zumo de lo de siempre y un bollo, y a ver el lo que quiere-
Los
dos mayordomos me miraron fijamente esperando alguna respuesta
-E-eh...
pues.. yo un zumo de uva...-
-Ahora
mismo- y diciendo esto se fueron los dos a la vez.
Yo
seguía sin poder creer lo que estaba viendo...
-Ven
aquí-me dijo Minegishi sacándome de mis pensamientos
Me
acerqué sentándome a su lado.
-¿Quieres
jugar a algún videojuego?-
-Esto...
Minegishi eso está muy bien pero... tenemos que seguir dándote
clases.. ya sabes...- dije eso inconscientemente pero en realidad con
aquellas palabras me estaba jugando mi preciosa vida pero por suerte
solo me miró con cara de odio.
-Aguafiestas...-
Se
levantó de su asiento algo enfadada y se sentó en una de las sillas
que había al fondo con una mesa. Me acerqué cogiendo mi mochila.
Los mayordomos nos trajeron la comida y bebida que habíamos pedido y
mientras ella comía echada en la mesa yo preparaba las cosas.
-Estas
hasta mona así-dije riendo mientras la miraba
Ella
paró de repente mirándome fijamente y yo me di cuenta de lo que
había dicho. “¡¿Por qué había dicho tal cosa?!” pensé
sonrojandome e intenté cambiar de tema.
-B-bueno..
mira hoy vamos a hacer estos ejercicios de matemáticas-
-¡Pero
no me gustan!-
-Lo
sé pero es que es lo que peor llevas-
Empecé
a explicarle despacio el procedimiento mientras ella me escuchaba
atentamente o eso quería pensar.
-Bueno
ahora prueba a hacer estos ejercicios-
-A
ver, ¿esto se hace así?-
-No,
es con la otra formula-
-Ah
vale-
-¿Y
este así?-
-¡No!
Es con la formula que has puesto en el anterior-
-Ah...
sí sí-
-¿Y
esto con esta?-
-¡NO!
¡¿Pero tú no me has escuchado?! ¡Eres tonta! ¡Es así!-dije
mientras le escribía algo cabreado la solución. -¡Así!-
-Ah
sí sí estupendo-y acto seguido me dio un fuerte golpe en la cabeza,
sabía que con lo que le había dicho no podría salir bien parado.
Mientras
terminaba los ejercicios que le quedaban a mi me llamaron al móvil
-¿Si?-
-¡¿Chinen?!-
-Ah
hola Yuto ¿qué pasa?-
-¡Chinen~!-dijo
lloriqueando
-¿Qué
ha pasado Yuto?-dije algo preocupado
-¡Me
ha sido infiel!-
-¿Eh?
¿Que te ha sido infiel? ¿Quién?-
-¡Tetsuya!-
Respire
hondo y le dije
-Yuto...
Tetsuya no te ha sido infiel... no estaba ni siquiera saliendo
contigo..-
-¡Pero
le gustaba! ¡Lo sé! ¡Me miraba siempre y me provocaba!-
-Yuto...
¡te miraba porque es el dependiente de la tienda de libros y cuando
te cobrá te tiene que mirar!-y diciendo esto le colgué- Uff este
Yuto...-dije sentándome en la mesa mientras Minegishi me miraba
fijamente.
-¿Qué
ha pasado?-me dijo
-Nada,
es solo que ya esta Yuto otra vez con sus cosas de lios con los
chicos-
-¿Le
gustan los chicos?-
La
miré y asentí
-Tengo
un amigo que le puedo presentar-
-¡Ay
no! Que si no me estará dando el coñazo además no sé si tus
amigos le convienen... ya sabes...-
-¡Pero
estúpido piensa! Si se enamora de mi amigo estará detrás de él y
entonces te dejará en paz en ese sentido-
-Um
es verdad... no lo había pensado, Yuto es una hormona con patas-
-Ya
sabía que no lo habías pensado, eres imbécil-
-Ah..
gracias... que simpática-dije en voz baja.
Después
de estar toda la tarde allí explicándole varias asignaturas se hizo
tarde.
-Esto
me tengo que ir...-
-Vale
pero dame tu móvil-
-¿Mi
móvil? ¿Para qué? No me lo robes por favor-dije ya temiendo
-Idiota,
el número-
-Ah
¿para qué?-
-No
preguntes y dámelo-dijo dándome una colleja
-Ay...
vale vale..-
Nos
intercambiamos los números y por fin me dejo irme. Se me había
hecho bastante tarde así que tuve que volver corriendo a mi casa.
--Continuara--
Wajajajaja muy graciosa esta parte con esa increible mansion jajajaj xD!!!
ResponderEliminarWaaaa¡¡¡ y eso de que yuto es una ormona con patas jajaj me dejaste sin habla que bueno...¡¡¡¡
dsfdsdasasds ¿Quien sera? me dejaste con la duda¡¡¡¡waaaaaaaaaaaaa¡¡
nO PUEDO ESPERAR¡¡¡, Si intento mirar mas arriba hasta me esta empezando a caer bn la chica ~~
Pero voy a amar mucho mas al novio de yuto ajajajj ,Espero la contiiiii